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Muy pocas después de anunciar que 80 millones de dólares unirían los destinos de James Harden y de los Houston Rockets por cinco temporadas (además de la presente campaña que ya ha comenzado), el escolta de nuestro equipo ya se puso lo galones de líder de Houston y demostró su calibre de All-Star y de superestrella, demostrando que puede conducir a los nuestros por caminos más placenteros de los que en un principio parecíamos estar destinos a padecer esta temporada.
Sencillamente todo fue perfecto para una Harden que en los últimos momentos del choque frente a los Detroit Pistons, no hacía más que sonreír a todo el mundo, consciente de la importancia de haber comenzado de este modo. Había mostrado a todos que su decisión de abandonar Oklahoma City tenía un motivo justificado y que no se había equivocado. Bueno, eso solo el tiempo se encargará de demostrar si es cierto o no, pero tras haber permanecido en la cacha durante más de 44 minutos, y con 14 de 25 en tiros de campo, los 37 puntos y 12 asistencias, dejaron bien a las claras que va camino de demostrar más cosas en Houston de las que pudiera haber demostrado en con los Thunder, por mucho que las distancias de ambos conjuntos sean muy grandes a día de hoy.
Mientras veía el partido no se podía ir de la cabeza como la media del año pasado de algo más de 16 puntos por partido se veía pulverizada a mediados del segundo cuarto cuando lograba su punto número 17. Con ello y con su liderazgo y protagonismo en ataque, pensé que ciertamente lo quería demostrar lejos de Oklahoma era completamente cierto. Era una superestrella en el banquillo y ya había tenido bastante.
No solo pensó el tema económico en las negociaciones con los Thunder, ya que también peso y mucho su protagonismo dentro del equipo, lo mismo que pesaría y mucho el posible anillo al que aspiraría desde esta misma temporada de seguir en el equipo de Oklahoma. Esperemos que ese anillo de campeón le termine llegando igualmente, pero en esta ocasión de manos de los Rockets. De ser así, habrá logrado los tres objetivos que se ha propuesto. Los otros dos (dinero y protagonismo) los ha conseguido con su llegada a Houston.
Pero si emocionante fue ver Harden liderar el ataque de los nuestros, no menos impactante fue ver como el punto de veteranía de este roster, que lo pone Carlos Delfino, fue aun más determinante para que la balanza terminase cayendo de nuestra parte.
Sus impresionantes lanzamientos de tres puntos, en el último cuarto, fueron la clave que permitió a los Rockets recuperar la desventaja que los Pistons habían logrado construir al final del tercer periodo. Solo gracias a una fabulosa dirección de juego de Harden (que empezó a repartir asistencias a diestro y siniestro) y los triples de Delfino fue que los Rockets no contaron por derrota este primer juego del año.
También fue muy destacable la actuación que desde el banquillo logró aportar Gregg Smith (que terminó haciéndose daño en un tobillo y no pudo concluir el partido). Diez puntos y jugadas contundentes debajo del aro, fueron lo más destacado de su actuación, demostrando que de él se pueden esperar cosas positivas, cuando le toque actuar a nuestra segunda línea.
En cuanto a los titulares del encuentro, comentar la fabulosa actuación de Omer Asik, sobre todo a nivel defensivo, logrando siete rebotes (más otros dos ofensivos) y con una aportación más que meritoria en ataque con doce puntos.
Los mismos puntos que logró Jeremy Lin, que sobre todo destacó en el aspecto del reparto del juego (ocho asistencias), sobre todo en una puerta atrás con Harden que acabó en mate y que escenificó a la perfección lo que esta dupla puede lograr unida. Se mostró algo fallón en las penetraciones a canasta (5 de 12 en tiros de campo, 0-2 en tiros de tres), pero fue muy destacable su labor defensiva que propició bastantes contraglopes que por lo general fueron bien ejecutados por los Rockets.
También Chandler Parsons con 11 puntos, siete rebotes y seis asistencias se mostró muy útil para la victoria de los Rockets en el debut de esta temporada.
Sin embargo hubo momentos en los que el ataque de los nuestros se bloqueó y nos alejó casi sin remedio de la victoria (y de no haber mediado Delfino y el extraordinario último cuarto habría sido así). Al final del segundo periodo y en el tercero estuvimos perdidos y las cuatro faltas de Delfino en los dos primeros cuartos y las cuatro de Lin mediado el tercer periodo no ayudaron a mejorar la situación, que en el cuarto periodo si se vio resulta, con una remontada final que puso una enorme sonrisa a Harden en su debut y todos nosotros.
Ahora a esperar que la próxima visita (Atlanta) sea tan propicia como esta. Después vendrá el debut en casa (Portland) y el espectáculo estará en nuestro hogar (con inauguración de megapantalla, incluida)
Hasta muy pronto desde España.