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Los Thunder mandan recados al MVP Harden.

Cruce de mensajes entre Oklahoma City y Houston, a tan solo una semana de que se produjese el canje de Harden entre ambas franquicias. Los 35.3 puntos de media por partido con un promedio de 52.9 % de acierto en el tiro ha hecho que salte la banca de la NBA, poniendo al propio Harden y los Rockets en primera línea de la Liga, lo que ha despertado el recelo por la operación en su antiguo hogar, mientras que en Texas se festeja su primer MVP de la semana, con la camiseta roja de los Rockets.

Daniel Shirey-US PRESSWIRE

La barba más famosa de la Liga dejó hace una semana Oklahoma City, haciendo tambalear el status de poder establecido en el Oeste y poniendo los cimientos de un nuevo orden jerárquico de cara al futuro. Este movimiento no ha tardado en dar frutos positivos para quienes más apostaron por él (Houston Rockets) y empezar un maremoto de opiniones al respecto. Y es que Harden empieza a demostrar que merece todo ese grado de atención.

La bárbara media de puntos (si me permiten el juego de palabras) que nuestro escolta ha logrado y el titubeante comienzo de los actuales campeones del Oeste, ha provocado que su anterior entrenador (Scott Brooks), haya salido a palestra informativa de la liga, lamiéndose las heridas de su pérdida, argumentando que en realidad Oklahoma ha salido ganando con su marcha, porque sencillamente, Harden no hacía equipo.

Si, lo crean o no, el jugador del momento en la Liga, el mejor sexto hombre de la pasada campaña, campeón olímpico y por quien los Thunder hicieron hasta casi lo imposible por retener… no hacia equipo.

Bueno, está bien que se quieran echar balones fuera, después de lo doloroso que tiene que haber sido este trago para un equipo que aspiraba a lograr lo que el año estuvieron tan cerca de alcanzar, pero lanzar este dardo envenenado, justificando lo que simplemente se explica por motivos económicos, es un poco indecente. Oklahoma City nunca ha dudado de la valía de James Harden mientras a estado entre sus filas, del mismo modo que hay que reconocer que no le podían dar la escala de poder que los Rockets le han dado. Su marcha se deba exclusivamente a las circunstancias que han rodeado este momento económico y de proyecto deportivo de un equipo y otro.

Sin embargo, Scott Brokks quiere consolar a los desconsolados fans de los Thunder que ven pletórico de baloncesto a su ex jugador, argumentando que en el fondo los Thunder no pierden con la marcha de Harden a Houston, sino que ganan.

"No quiero que me entiendan mal, Harden es un gran jugador", aseguraba Brooks. "Pero no es precisamente un buen jugador de equipo. No es un jugador que ayudara a unir al grupo. Todos los chicos lo hacen. Russell, Kevin, Perk, Nick... Y eso es lo que hace buenos a los equipos".

No me parece razonable que se comente esto por su parte, por muy en su derecho que esté a comentar lo que estime oportuno. Todo el mundo sabe que si de él hubiese dependido, el jugador que no hacía equipo dentro de su vestuario, todavía seguiría vistiendo la camiseta de los Thunder, pero sencillamente esto era misión imposible con el payroll de Oklahoma City y con la oferta de los Rockets y con el proyecto de liderazgo y de jugador franquicia que Houston le ofrecía.

Lo mejor hubiese sido que se mostrase más respetuoso con su antiguo jugador y no hubiese mandado ningún mensaje malintencionado a Texas, sobre todo teniendo en cuenta que al menos en esta temporada, ambos equipos tienen objetivos diametralmente opuesto en la temporada y no son rivales directos.

Pero si Harden ha demostrado algo importante en estos días que lleva siendo un Rocket, es que está plenamente motivado para demostrar toda su valía y que todos estos comentarios no serán más que un aliciente que añadir a su motivación. Y una buena prueba de ello es el mensaje indirecto que Harden manda a Brooks a modo de contestación, tras haber sido nombrado MVP de la semana en la Conferencia Oeste de la NBA.

No se me ocurre mejor manera de poder contestar a las palabras del entrenador de los Thunder, que seguir por una línea que le ha puesto en primera plana de la NBA, como una gran figura del campeonato, al tiempo que ayuda decididamente a los Rockets a crecer cada día más.

Los 82 puntos en sus dos primeros partidos con los tejanos, es algo que le ha puesto a la altura de dos gigantes de la historia de la liga como son el cado de Wilt Chamberlain y Michael Jordan, dejando bociabiertos a propios y a extraños, al mostrar una excelencia baloncestística digna del olimpo de la NBA.

¿Qué logrará Harden cuando se acople al equipo y se aclimate a la nueva situación, nueva franquicia y nueva ciudad? Vidi, Vini, Vici. Célebres palabras de Cesar en la Galia, que pueden ser aplicables a Harden, porque lo que desde luego ha dejado claro es que para brillar como una gran estrella no ha necesitado ningún tiempo de adaptación. Está empeñado en demostrar todo lo que estuvo a punto de poder mostrar al mundo en los Thunder pero no pudo del todo. No al menos en toda la plenitud con la que ahora podrá hacerlo en Houston.

Para los fans de los Rockets solo queda disfrutar del presente y del futuro que nos aguarda, mientras que para los fans de los Thunder (por muchos que se pongan paños calientes que palien el dolor de su pérdida) lo que les queda es disfrutar que el equipazo que todavía tienen. A los fans de ambos lados les que queda eso y esperar a que los Rockets maduren lo suficiente como para que ambos equipos se vean como amenaza real mutua.

Pero mientras llega ese momento, y pese a quien le pese, la estella Harden se ve ahora desde el firmamento de Texas y no desde el de Oklahoma.

¡Enhorabuena por su primer MVP con los Rockets, Mr Harden!

Hasta muy pronto desde España.

@BerkutMartin

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