Houston tenía la obligación de vencer a los de la capital, en un partido en el que había más cosas que perder que cosas que ganar. El pésimo balance de los Wizards, con apenas 3 triunfos en lo que va de temporada, obligaba no solo a la victoria, sino a frenar la avalancha anotadora rival, que había machacado a Houston en los últimos partidos, endosándonos un parcial de tres derrotas consecutivas un tanto dolorosas, tanto por los rivales con los que se perdió (Dallas y San Antonio), como por los resultados (anotaciones estratosféricas de los rivales).
Ambos objetivos se lograron con la victoria por 93-99, consiguiendo volver a ver a unos Rockets aplicados en defensa y en donde tanto solo en el segundo cuarto tuvieron lagunas tanto ofensivas, como defensivas que impidieron que los Wizards saliesen del Toyota Center vapuleados. Los 10 puntos de ventaja que se lograron en el primer periodo (17-27), casi se evaporaron en ese segundo tramo del partido (25-18), lo que propició que todo se equilibrase de un modo un tanto peligroso, terminando la primera parte con más pérdidas de balón (9) que asistencias (7). Pero en los dos siguientes cuartos, los nuestros se mostraron algo más sólidos que los visitantes capitalinos (22-23, 29-31) lo que resultó ser bastante ante un equipo como los Wizards, que a estas alturas de temporada, ya está deseando que llegué el curso baloncestístico 2013-2014.
Las 18 pérdidas de balón (5 de ellas de James Harden y 13 en total de los titulares) fueron la losa que pesó sobre las cabezas de los nuestros, de cara a haber podido lograr resolver con mayor solvencia el parido frente a D.C. Esto y las lagunas defensivas es lo que nos hace tener el peor registro de la liga, en puntos recibidos (105.4), a pesar de tener el tercer mejor registro anotador a favor (104.5). Esto sigue siendo la gran asignatura pendiente de un equipo joven, que a media que pasa el tiempo en esta temporada, se confirma que apunta buenas maneras sobre la cancha y que apunta a playoffs, a pesar de que habrá mucha competencia por los puestos sexto, séptimo y octavo en el Oeste de la NBA.
Otro punto que los Rockets han de atender con urgencia y que será determinante para el éxito futuro de Houston, es poder trabajar en complementar un mayor juego ofensivo por parte de Jeremy Lin, estando James Harden en pista. Complementar un juego con el otro, es uno de los grandes retos de los nuestros, después de haber visto el potencial ofensivo que desplegó nuestro base, frente a San Antonio (38 puntos), pero sin estar el escolta en pista. Tras el regreso de Harden a la cancha, el rol del peso anotador volvió a recaer sobre sus hombros, respecto de un Lin que no logró tener tanta presencia anotadora, a pesar de tener un 50% de acierto en sus tiros de campo.
Pero el líder de los Rockets no es otro que Harden. A pesar de que la fórmula que complemente al mismo tiempo a Harden y a Lin (y a Parsons si me apuran), sería lo ideal para el futro de Houston, el presente muestra que el escolta es quien tiene el verdadero peso de la responsabilidad anotadora, cuando este está en pista. Parece que no se notaran sus problemas físicos (que le impidieron estar presente en el trepidante partido frente a los Spurs) y volvió a tener una sobresaliente actuación con 31 puntos (10 de 20 en tiros de campo, con 2 de 6 en triples y 9-9 en tiros libres), a los que sumar 4 rebotes y 2 asistencias. Así pues no solo logramos ver el retorno al sendero del triunfo, por parte de los Rockets, sino también logramos ver el retorno de Harden a la senda anotadora, después de su breve ausencia por lesión.
El otro protagonista del comentario anterior, Jeremy Lin, tanto pudo anotar 10 puntos (4 de 8 en tiros de campo, con 0 de 1 en triles y 2 de 4 en tiros triples). A esto hay que sumar los 5 rebotes que capturó y las 6 asistencias que dio. Suyas fueron 3 de las 18 pérdidas de balón que los locales tuvieron en todo el encuentro, lo que no empaña su línea general defensiva en lo que va de temporada, que por cierto es notable. El único punto a mejorar (en líneas generales) es su aportación ofensiva con Harden en pista, logrando que asuma un mayor rol anotador, pero teniendo una cada vez mejor selección de tiro, ya que mejorar su porcentaje de lanzamientos, también es un tema pendiente (así como subir un poco más su listón particular en el tema asistencias).
Quien en defensa estuvo soberbio fue una vez más Omer Asik, con una impresionante registro de 13 rebotes defensivos (16 rebotes en total), quedándose a tan solo un punto de un nuevo doble-doble (9 puntos, con 3 de 6 en tiros de campo y 3 de 4 en tiros libres).
Y si a un solo punto se quedó Asik de lograr un nuevo doble-doble, a tan solo dos rebotes se quedó Chandler Parsons de lograrlo, tras anotar 18 puntos (7 de 14 en tiros de campo, con 3 de 8 en triples y 1 de 2 en tiros libres) y capturar 8 rebotes, a los que sumó 3 asistencias. Mientras, Patrick Patterson no tuvo unos números tan lucidos como los de Parsons, quedándose su nivel anotador en tan solo 13 puntos en los más de 32 minutos que estuvo en pista (4 de 11 en tiros de campo, con 1 de 1 en triples y 4 de 7 en tiros libres), con tan solo 4 capturas defensivas y 3 asistencias.
Del resto de protagonistas de los Rockets, destacar en el lado positivo los 12 puntos de Toney Douglas, que lideró la aportación del banquillo en el partido (4 de 9 en tiros de campo, con 2 de 4 en triples y 2 de 2 en tiros libres), mientras que destacó en el otro lado de la moneda los tan solo 2 puntos de Carlos Delfino (merced a un robo de balón y posterior contraataque), con un pobre balance de tiros de campo (2 de 5, con 0 de 3 en triples), en los más d e14 minutos que estuvo en pista. La aportación desde la banca del argentino es fundamental y ha menguado algo en los últimos compromisos de Houston. Los 4 rebotes capturados frente a Washington decoraron algo su presencia en pista, pero su capacidad anotadora (sobre todo desde la línea de tres puntos), es algo que se ha echado en falta en los últimos partidos (sobre todo frente a San Antonio, en el partido anterior, con Harden fuera del partido por culpa de una lesión). Tenemos que recuperar las buenas vibraciones con Delfino, y sus porcentajes de acierto, ya que es uno de los puntales de este roster, por veteranía y calidad.
Y ahora toca la visita de todo un ilustre de la NBA, como son los Celtics de Boston. Los de verde llegarán a Houston con un balance de 12-9 y cargados de recuerdos para los Rockets del presente y del pasado. Kevin McHale en el banquillo de los actuales Rockets y leyenda viva de los de verde, las finales de 1981 y 1986 (en lo que los Celtics nos separaron de nuestras primeras mieles del éxito, que saborearíamos en la década de los 90) y mucho en juego en la pista, son ingredientes que aderezaron un choque, que de vencerlo, nos pondría de nuevo en la brecha de los playoffs en el Oeste, más aún teniendo en cuanta que después llega un compromiso en Toronto frente a los Raptors, que a priori promete poder un rostro sonriendo para los Rockets.
Hasta muy pronto desde España.
ROCKETS MAGICOS (Página de Facebook para TDS en Español)