Una noche dura para los nuestros en la ciudad del Álamo. La derrota por 22 puntos, y un balance de victorias de 9-9, frente al suyo de 16-4, dejan bien a las claras quien mando hoy por hoy en el eterno duelo tejano entre San Antonio y Houston.
Los nuestros no pudieron hacer nada, y desde el primer cuarto del partido, los Spurs dejaron bien clarito que la victoria no se marcharía del AT&T Center, quien se llenó para ver un nuevo episodio entre estos dos "viejos amigos".
Los parciales de 21-29/24-28/ 21-30/26-27, hablan por si mismos de que desde un primer momento, la victoria se nos quedó un poco lejos, en un partido en el que James Harden volvió a brillar en el aspecto anotador, logrando 29 puntos, con un bagaje de 10 aciertos de 16 lanzamientos a canasta (3 de 6 en triples), aderezados con 3 rebotes y 5 rebotes, consiguiendo recuperar la estela de líder que en los últimos partidos había quedado un poco eclipsada, después de que su virtud anotadora menguase, propiciando que otros compañeros destacasen en la faceta anotadora.
Pero en esta ocasión nadie más lo hizo y a duras penas vemos en la estadística que tan solo dos jugadores de los Rockets lograron alcanzar los dobles dígitos en puntos anotados. Concretamente 10 puntos lograron aportar al equipo tanto Patrick Patterson, como Toney Douglas, dejando al resto por debajo de esa marca, lo que propició que los de Houston no lograsen anotar más que 92 puntos (bastante por debajo de la media anotadora de la temporada) y el triunfo, por tanto, se quedara bastante lejos de alcanzarse, porque los más de 100 puntos en contra no nos lo quita nadie, teniendo una defensa con lagunas que no puede frenar a los ataques rivales por debajo de los tres dígitos de anotación, en casi ningún partido.
Si, esto hace que los partidos sean más espectaculares, es cierto, pero también es cierto que encarece mucho más victorias de los Rockets, y siendo como somos un equipo joven, que aspira al séptimo u octavo puesto del Oeste (como máximo el sexto), esta circunstancia se puede tornar en fundamental a la hora de saber si logramos o no el objetivo de los playoffs esta temporada.
Si a todo esto le unimos que la circulación del balón se hizo pesada y no fluyó como debiera en esta primera "batalla" en el Álamo, pues ya tenemos encima de mesa una derrota que por un lado es digna de ser olvidada (hay que pasar página y pensar en el siguiente duelo) y por otro lado ha de ser recordada (para tratar de no repetir los errores cometidos y que nos han conducido a una severa derrota por 22 puntos).
Uno de los que desaparecieron en el choque fue Jeremy Lin, que volvió por los fueros de un pésimo porcentaje de acierto en tiros de campo, con tan solo un 2 de 9 (0 de 3 en triples), que le dejaron en tan solo 4 puntos, además de 6 rebotes y 4 asistencias, siendo lo mejor del partido en su haber las tan solo 2 pérdidas de balón (lo que es digno de celebrar).
Otro de los que no brilló con la luz propia que se le presupone a su calidad fue Omer asik, quien no logró anotar ni un solo puntos, en los 6 lanzamientos de campo de intentó, quedándose en tan solo 5 rebotes y 1 asistencia, en los más de 24 minutos que estuvo en la cacha del AT&T Center.
Chandler Parsons tampoco estuvo acertado con sus 7 puntos y su 3 de 10 en tiros de campo, que de dejaron también muy lejos de lo que a él se le presupone. Y a sus 7 puntos hay que sumar los mencionados 10 de Toney Douglas, los 8 Daequan Cook, los 9 puntos de Terrence Jones (en tan solo 7 minutos en pista) y los 9 puntos de Carlos Delfino en los 17 minutos en estuvo jugando (tras encestar 3 de 7 tiros de campo, incluidos 3 de 5 triples, logrando tres rebotes y dando una asistencia).
Unos minutos para Delfino y Jones que se antojaron cortos para unos jugadores que necesitan minutos de juego (en el caso de Delfino tras su lesión, con mayor razón) y que son más que fundamentales en el esquema de los Rockers esta temporada. El escaso minuto de Motiejunas, o los siete de Aldrich, también son un ejemplo de que quizás el reparto de minutos, en un partido resuelto, quizás no fue del todo adecuado, teniendo en cuenta que el sábado nos vemos las caras con Dallas, en otro duelo tejano (siendo esta victoria más accesible sobre el papel).
En el lado de los lacales, brillaron los 17 puntos logrados por el base francés Tony Parker, que logró también repartir siete asistencias. También destacaron los 15 puntos de Tiago Splitter (jugó 20 minutos, encestó 6 de 7 tiros de campo, 3 de 4 desde la línea de personal, logró seis rebotes, logró dos asistencias y puso un tapón) y Tim Duncan, que logró un doble-doble, con 12 puntos y 12 rebotes, en un partido en el que el equipo de San Antonio tuvo a seis jugadores con números de dos dígitos y empató su mejor marca en lo que va de temporada en asistencias, con 33 pases de canasta.
El escolta argentino Manu Ginóbili se fue con 12 tantos en 20 minutos que disputó y en los que anotó 4 de 8 tiros de campo, estuvo perfecto (4-4) desde la línea de personal, capturó cinco rebotes, dio tres asistencias y recuperó un balón.
Mala suerte pues en San Antonio. Ahora con la mente puesta en restañar el orgullo tejano con una victoria frente al otro rival del estado de la estrella solitaria. En este caso los de Dallas rendirán tributo a los Rockets en el Toyota Center. En casa y frente a este rival, la victoria se hace necesaria, para lograr poner de nuevo en positivo el balance de victorias-derrotas y lograr así entrar de nuevo en puestos de playoffs, después de ver como los Wolves y los Nuggets nos han superado en la tabla del Oeste y que Dallas nos acecha a tan solo medio triunfo nuestro.
Los de San Antonio ya es historia, pero antes de mirar hacia delante, me parece que me voy a ver el sexto partido de las finales de conferencia de 1995… aunque solo sea para quedarme con un mejor sabor de boca.
Hasta muy pronto desde España.
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