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Y no siempre se ha conseguido.
La fórmula de la remontada solo funcionó frente a Utah, donde las cosas se pusieron muy feas. Tras una primera parte muy floja de Houston, pudo recomponerse y hacer frente con garantías a los Jazz, para lograr un triunfo más, que le permitía mantener la imbatibilidad. Pero ese fue el único intento de remontada válido, porque frente a los Lakers, aunque la remontada se culminó, de nada sirvió finalmente.
Y es que L.A. ha supuesto toda una tortura para Houston, que no ha logrado vencer ni a Clippers, ni tampoco a Lakers tras unos horrendos primeros cuartos que sentenciaron las aspiraciones de Houston.
De nada sirvieron en ninguno de los dos casos, los intentos de remontada. Importantes derrotas frente a los equipos angelinos, porque frente a Clippers se trataba de demostrar que los Rockets son un peso pesado que vence con autoridad a otro peso pesado del Oeste y en el caso de los Lakers por todo el tema de Dwight Howard y sus desavenencias con los Lakers en el pasado verano.
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Quizás es por eso que las derrotas sufridas han dolido tanto. Frente a Clippers por ser contundente, y frente a Lakers por no haber sabido lograr mantener la pequeña ventaja que se obtuvo a falta de los últimos minutos, después de remar tanto en contra.
En ambos casos, el que ha salido peor parado ha sido el orgullo de los de Houston. Se esperaba mucho de lo que se podía lograr en ambos partidos, por su importancia simbólica y hemos salido trasquilados y desanimados, a pesar de seguir teniendo un balance muy positivo, en este arranque de temporada y de haber demostrado que los Rockets son un equipo a tener en cuenta en la temporada 2013-2014.
Ahora los Clippers se vuelven a cruzar en el camino de los Rockets y el enfrentamiento se convierte en más que un simple partido en el que está en juego una victoria, para el casillero de la clasificación.
Está en juego la moral del equipo y que las bajen las críticas a Dwight Howard. Tanto por su bajísimo porcentaje en tiros libres, que cimentaron en cierto modo el desenlace final del partido frente a Los Angeles Lakers, como por no haber podido lograr reivindicarse como jugador dominante ante el conjunto con el que tantos problemas en el verano.
Poner la quinta victoria en el casillero de los Rockets vs a Los Angeles Clippers es fundamental para lograr recuperarse un poco del mazazo sufrido en la última semana,
Pero para ello hay que lograr no empezar el partido con unas desventajas tan grandes desde el comienzo del partido. La concentración tanto en ataque como en defensa ha de estar presente desde el comienzo mismo del partido y no permitir que los rivales se escapen en el marcador de 8 puntos (como en el partido vs Utah Jazz), o de 17 puntos (como en los casos de los Clippers o Lakers).
Lo más importante tras una derrota es saber aprender las lecciones necesarias para no volver a caer en los mismos errores. Es hora de empezar a demostrar que esas lecciones se han aprendido.